Yolanda Guzik

Queridos hermanos y amigos: espero que los artículos, reportajes y comentarios de esta nuevo número les resulten de interés y aliento para su fe.

Estos meses han sido de mucha actividad para la AJMM. En septiembre asistí como presidenta de nuestra Alianza Nacional –en compañía de Myriam Levy- a la reunión de la Internacional Messianic Jewish Alliance a Berlín (Alemania), a la que también asistieron representantes de las Alianzas Nacionales de los cinco continentes.

Estas reuniones nos permiten enterarnos de lo que sucede ministerialmente en el resto del mundo, conocer proyectos y retos; descubrir en un ambiente cálido las oportunidades de crecimiento que tenemos como movimiento. De cómo los campos están listos para la siembra espiritual.

En otra actividad de la AJMM, el Señor nos permitió realizar en la ciudad de México (28 y 29/oct/2011) el primer ciclo de conferencias titulado «El Mesías, Yeshua, y la Fe Judía Bíblica». Fue un evento maravilloso en el que se trataron a fondo asuntos fundamentales de nuestra fe y futuro por lo que ya tenemos planeado volver el año próximo.

Como judíos mesiánicos es muy importante que conozcamos nuestra historia y el papel que nos corresponde en los planes divinos revelados en las Escrituras. Nuestro movimiento es antiguo y nuevo a la vez, se remonta al primer siglo con los apóstoles y judíos seguidores de Yeshua en ese siglo, como también supo agradecer y desligarse de la cristiandad en el siglo XIX en Inglaterra, e iniciar una nueva etapa retornando totalmente a su vida y cultura judía (creyendo que en Yeshua se cumplieron cabalmente las promesas mesiánicas).

Nuestro movimiento ha sufrido por dos milenios. Ha pasado por distintas y dolorosas etapas, sin embargo D-os le ha restituido a un sitio de honor y alta responsabilidad. En la actualidad podemos decir con toda libertad a judíos y gentiles que creemos en Yeshua pero ni dejamos de ser judíos, como tampoco rompemos con nuestros hermanos cristianos.

El Mesías Yeshua vino para salvarnos a unos y otros como está escrito, lo cual nos concientiza de la gran responsabilidad que tenemos. La historia de la humanidad es un drama que está llegando a su clímax y tanto a ti como a mi nos corresponde como judíos mesiánicos del siglo XXI desempeñar el papel de portadores del mensaje en una historia que continúa escribiéndose. En esta historia inspirada por D-os no hay papeles secundarios porque para Él todos somos importantes. No olvidemos tampoco que la Biblia nos dice que «todo Israel será salvo como está escrito» (Rom 11), entendamos pues y participemos para que el deseo de D-os se cumpla ¡No tengamos miedo y unámonos en esta tarea!.

Oteando al mundo vemos que el movimiento de «Los indignados» cobra cada vez más fuerza, uniéndosele miles de personas en las calles de Alemania, España, Chile, Holanda, Inglaterra, etcétera. Ya son 82 países y en Estados Unidos han aparecido en mas de treinta ciudades. Frases como: “sal a la calle, crea un nuevo mundo”, “unidos por un cambio global” o “pueblos del mundo levantaos” urgen por cambios sociales y económicos justos.

La pobreza crece, sus demandas son justas, esperemos que el movimiento no cobre tintes antisemitas, pues nuestro pueblo siempre ha sido el chivo expiatorio en épocas semejantes. Edgard Flanney escribía y advertía en 1965 sobre el antisemitismo global: “La pobreza prolongada y extrema, madre por excelencia del crecimiento antisemita, nunca ha hallado un hogar hospitalario en la mayor parte de los Estados Unidos. Sin embargo en un dato aterrados que la breve depresión económica de los años treinta produjo un antisemitismo que, en muchas formas, se asemejó al tipo europeo en su peor nivel”.

A sabiendas entonces que son pocos los hombres y naciones pro-Israel en la actualidad, reproducimos un artículo escrito por el ex primer ministro español José María Aznar: “Si Israel cae, entonces todos caemos” (publicado en el diario británico The Times). Disfruten la lectura y envíenos sus comentarios.

Yolanda Guzik .
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